Todo negocio está expuesto a diversos riesgos que pueden afectar a los bienes requeridos del mismo. Frente a estos riesgos, el seguro actúa como un escudo de protección que te garantiza el pleno funcionamiento del negocio y la continuación de las actividades.
Los bienes y los principales riesgos que se pueden asegurar son:
- El inmueble contra incendio, explosión, terremoto y/o Erupción Volcánica y Fenómenos hidrometeorológicos como tales avalanchas de lodo, granizo, helada, huracán, inundación, inundación por lluvia, golpe de mar, marejada, nevada y vientos tempestuosos (los últimos dos en las zonas del país donde suelan presentarse ese tipo de fenómenos naturales).
- Mobiliario y equipo contra los mismos riesgos del apartado anterior.
- Mercancías, contra los riesgos anteriores y el asalto o robo de las mismas.
- Cristales y anuncios luminosos instalados en el inmueble contra todo riesgo.
- Equipo electrónico de uso especial (cuando no sea precisamente la mercancía objeto del negocio).
- La Responsabilidad Civil que resulte por daños al inmueble en caso de que éste sea arrendado.
- La Responsabilidad Civil en que pueda incurrirse por la fabricación, exhibición y/o venta de las mercancías.
- Dinero y o valores en caja o mientras se transportan hacia rutas específicas relacionadas con el negocio, bancos, proveedores o clientes.
Cada uno o todos de los bienes señalados pueden ser protegidos contra los riesgos especificados en cada caso. Para ello, es fundamental consultar a un Asesor Profesional de Seguros, quién efectuará el análisis necesario y te podrá formular una propuesta a la medida de tu negocio.